domingo, 21 de marzo de 2010

VER INFORMACIÓN ACTUALIZADA

Este blog recoge las primeras etapas de la injusta e ilegal detención del profesor Miguel Angel Beltrán Villegas. La información de los meses posteriores se encuentra actualizada en la página web: www.libertadmiguelangelbeltran.com y en el blog: todossomosmiguelangelbeltran.blogspot.com. Cualquier comunicación con la Campaña por la libertad del Dr. Miguel Angel Beltrán la pueden hacer llegar al correo libertadencolombia@gmail.com. ¡Gracias por toda la solidaridad recibida!!!!

jueves, 20 de agosto de 2009

Jornadas académicas: Por la Defensa del Pensamiento Crítico y la Libertad de Pensamiento en Colombia

El Comité por la libertad del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, invita a profesores, estudiantes, artistas, defensores de derechos humanos, organizaciones sociales y demás personas a participar cada mes de la siguiente programación:

· Fecha: Jueves 20 de agosto

Tema: "Investigación, Pensamiento Crítico y Universidad”

Invitado: Profesor Alfredo Ghiso Cotos

Hora: 10:00am.

Lugar: Auditorio 10-222, Universidad de Antioquia


libertadmiguelangelbeltran@gmail.com
http://libertadmiguelangelbeltran.blogspot.com/

miércoles, 29 de julio de 2009

Pronunciamiento de la Asamblea General del 53 Congreso Internacional de Americanistas respecto a la detención del Dr. Miguel Ángel Beltrán Villegas

PRONUNCIAMIENTO POR LA LIBERTAD DEL DR. MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS Y LA DEFENSA DEL PENSAMIENTO CRÍTICO EN AMÉRICA LATINA


En consonancia con la Resolución 5 del 53 Congreso Internacional de Americanistas, votada y aprobada en Asamblea General, el pasado viernes 24 de Julio en que se exige respeto a la libertad de investigación señalando: “Conocedora de que algunos investigadores han sido detenidos, perseguidos y censurados sin respetar sus derechos humanos y de defensa, y de que en varios países de Latinoamérica se vulnera la libertad de investigación y del ejercicio de la crítica, levantamos la voz para exigir el respeto a la libertad de investigación y de la opinión crítica como parte de un trabajo académico comprometido con la democratización de las sociedades latinoamericanas”, los y las abajo firmantes, coordinadores y participantes del mismo, nos unimos al llamado internacional por la defensa del pensamiento crítico, componente fundamental de una sociedad libre e igualitaria.

Rechazamos todo acto de persecución, censura o estigmatización que vulnere la actividad académica, que desde nuestras universidades y centros de investigación intenta explicar y transformar las inequidades imperantes en nuestra sociedad. Por ello condenamos la ilegal detención y expulsión de México para su posterior retención en Colombia del colega Dr. Miguel Ángel Beltrán Villegas, sociólogo y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, que realizaba una estancia posdoctoral en la Universidad Nacional Autónoma de México, quien fue detenido violentamente y torturado por funcionarios del Instituto Nacional de Migración en México el 22 de mayo del presente año. Reprobamos la violación flagrante a los derechos del Dr. Beltrán Villegas, expulsado de México sin respetar los procedimientos administrativos nacionales e internacionales, para ser sujeto a un juicio lleno de irregularidades en Colombia.

No aceptamos la criminalización de la comunidad académica, que como medida de represión política y amedrentamiento siguen algunos gobiernos en América Latina. Levantamos la voz para exigir el respeto a la integridad física y a las garantías legales del profesor Dr. Miguel Ángel Beltrán Villegas y al cese de las agresiones contra las actividades del pensamiento crítico.


México D.F., 24 de julio de 2009



Se anexan firmas,

Monseñor Samuel Ruiz Obispo Emérito de San Cristóbal – México
Charles Hale Director del Instituto de Estudios Latinoamericanos Teresa Long de la Universidad de Texas en Austin
Nelson Maldonado Centro de Estudios Etnicos de la University of California Berkeley – USA
Verónica Schild Directora del Centro de Estudios de Teoría Crítica Universidad de Western Ontario
Silvia Marcos Claremont Graduate University – USA – Comité Organizador 53 ICA
Rosalva Aída Hernández CIESAS – México- Comité Académico del 53ICA
Mercedes Olivera CESMECA – UNICACH - México
Horacio Ceruti Guldberg Universidad Nacional Autónoma de México
María Lugones Binghamton University –USA
María Teresa Sierra CIESAS – México
Fernando García FLACSO – Ecuador
Alessandra Ciattini Universidad La Sapienza – Italia
Giovanna Minardi Universidad de Palermo – Italia
Antonino Calajami Universidad de Roma – Italia
Aída Gálvez Universidad de Antioquia - Colombia
Ana Alcazar Campos Universidad de Granada - España
María Espinosa Spinola Universidad de Granada - España
María Eleonora Hebisz Universidad de Lods –Polonia
Zuzanna Vowalcayk Universidad de Lods - Polonia
Frances Rothstein Montclair State University – USA
Alessandra Ciattini U. La Sapienza – Italia
Giovanna Minardi U. de Palermo – Italia
Ana Daniela Nahmah UNAM – México
Carmen Gregorio Gil Universidad Autónoma de Madrid - España
Anne Gael Billant Ecole Jules Ferry – Francia
Dominique Michelet Centre National de le Recherche Scientifique – Francia
Margarita Valdomino Alba U. de París X – Nantere – Francia
Maria Eugenia D’aubeterre Universidad Autónoma de Puebla - México
Carlos Vladimir Zambrano Universidad Nacional de Colombia
Martha Patricia Castañeda CEICH – UNAM - México
Fernando Huerta Rojas Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Gabriela Vázquez Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Emma Cervone John Hopkins University - USA
Ana María Salazar Peralta IIA- UNAM – México
Eugenia Gutiérrez UNAM
Mario Hernández Universidad Nacional de Colombia
Adriana Welsh Herrera UAM, Xochimilco – México
Susana Rostagnol Universidad de la República de Uruguay
Carmén Teresa García Universidad de los Andes – Venezuela
George Ciccariello UC Berkeley – USA
Andrés Burman U. de Gotemburgo – Suecia
Daphne Taylor García UC Santa Barbara – USA
Roberto Hernández Delgadillo UC Berkeley – USA
Yanaira C Figueroa UC Berkeley – USA
Julia Roth U. Humboldt – Berlín
Juan Herrera UC Berkeley – USA
Rolando Vázquez Utrecht University – Holanda
Carmen Gregorio Gil Universidad de Granada
Marcela Laguna Morales Universidad de Granada
Oscar Montiel CIESAS – México
Jessica Gottfried INAH/FONCA – México
Shuley Tale University of Leeds
José Modulano Barceló Universidad de Barcelona – España
Clemencia Plazas Universidad Nacional de Colombia
Elsa Almeida UNAM – México
Adriana Bermeo UNAM – México
José Luis Blanco Universidad Veracruzana – México
Rosalba Icaza Institute of Social Studies (ISS) – Holanda
María Eugenia Santana Universidad Autónoma de Chiapas – México
Jairo Ernesto Luna Universidad Nacional de Colombia
Verónica Ruiz Lagier DEAS – INAH México
Margara Millán UNAM- México
Luisa Paré IIS – UNAM - México
Edart Boege INAH – México
Belén Lorente Universidad de Málaga – España
Laura Collin El Colegio de Tlaxcala
Carlos Salazar Colmex – México
Miguel Battarondes UAHC – Chile
Rafael Díaz Universidad Javeriana – Colombia
Miguel Algranti Centro Argentino de Etnología Americana (CAEA) - Argentina
Mercedes Saizar Centro Argentino de Etnología Americana (CAEA) Argentina
Antonino Calajami Universidad de Roma – Italia
Manuel Buenrostro U. de Quintana Roo – México
Alejandra Navarro Smith UABC – México
Marcela Barrios UNAM - México
Santiago Bustos CIESAS - México
Consuelo Sánchez ENAH - México
Leif Korsbaech ENAH – México
Andrea Álvarez IIA, UNAM – México
María del Rayo Ramírez Fierro UNAM – México
Blanca de Lima UNEFM – Venezuela
Violeta Jiménez U. de Veracruzana – México
Adriana Mezza U. de Veracruzana – México
Abner Gutiérrez INAH – México
Cuauhctemoc Velasco Avila INAH - México
Hilda Cruz Aguilar INAH – México
Laura Castineda INAH – México
Stella Maris García U. Nacional de la Plata – Argentina
Alejandro Díaz Barnge Cuevas ENAH – México
Cristina Manferrer León ENAH – México
Luz Irene Moreno UNAM – México
Luisa Gonzáles Atilano UNAM –México
Sandra A. Cruz Rivera UNAM – México
Santiago Gómez Universidad Nacional de Colombia
Frida Jacobo Herrera CIESAS – México
Mario Ortega Olivares UAM – México
Sergio Larín CIESAS- México
Eduardo Menéndez CIESAS – México
Rosa María Osorio CIESAS – México
Rocío Enríquez Rosas Universidad Jesuita de Guadalajara - ITESO – México
Paola Aldrete González Universidad Jesuita de Guadalajara - ITESO – México
Cécile García CNRS – Francia
Anatilde Idoyama Molina Centro Argentino de Etnología Americana (CAEA– CONICET) – Argentina
Roberto Bustos Cara Universidad Nacional del Sur – Argentina
Jorge Cortés Ancona Universidad Modelo - México
Sandra Xochipiltecatl University of California – USA
Héctor Aurelio Concohá Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos- Guatemala
Jorge Cortés Ancona Universidad Modelo – México
Sergio Nicolás Gutiérrez Cruz Universidad de Ciencias y Artes de
Carlos Manuel Herrera UNAM – México
Nicolas Latsano Poulos Centre National de le Recherche Scientifique – Francia
Aureliano Ortega Esquivel U. de Guanajuato- México
Lina Rosa Berrio UAM I - México
Lourdes Baez C. INAH – México
Magdalena García Colegio de Michoacán - México
Daniel Inclán UNAM – México
Romina Lerussi Universidad Nacional de Córdoba – Argentina
Luisa Natalia Caruso UNAM- México
Kathy Fine FLC- USA
Stefanie Wickstrom CWU – USA
Patricia Zuckerhut Universidad de Viena - Austria
Carlos Agudelo Universidad Nacional de Colombia
Luciano Alonso Universidad Nacional del Litoral – Argentina
Evangelina Sánchez UACM – México
Paulina Pérez U. de Chile
Henry Kammler U. de Frankfurt - Alemania
Claudio Robles U. Austral – Chile
Claudio Barrientos UDP- Chile
César Valdez Instituto Mora – México
Claudia Rangel UAG – México
Silvuie Koul U. Alemania – Austria
Cuauhtémoc Velasco Ávila INAH – México
Ariadna Mendoza Of. Historia - Cuba
Francesca Gargallo UACM – México
Rosario Galomoya SECNA – Arg- Mex
Estela María Fernández Conicet – Argentina
Elizabeth Castillo U. del Cauca – Colombia
Erika Gonzalez CIESAS – México
Belki Rojas ULA – Venezuela
Beatriz Pérez Galán UNED – España
María Inés de Almeida UFMG – Brasil
Silvia Gonzalez Marin UNAM- México
Cuauhtemoc Dominguez UNAM - México
Ana María Sánchez UNAM – México
Silvia Diaz Escoto UNAM – México
José Rene Rivas UNAM – México
Ricardo Melgar UNAM – México
Luis Felipe LArios UNISON – México
Yunuen Lizu Maldonado UNAM – México
Tesiu Rosas Telhvantzi UNAM – México
Pedro García UNAM – México
Daniel Nahmad INAH – México
Esneider Rojas Universidad de Antioquia –Colombia
Maya Lorena Pérez Ruiz INAH - México
Mariana Marc Bagu CIESAS – México
Marylena Bustamante Guatemala
Manuela Ixkic Duarte Bastian México
Stanislaw Kosmynka Polonia
Michai Stelmach Polonia
Jedrej Kotarshi Polonia
Barbara Greber Alemania
Irma Luz Martínez Díaz México
Assed Sham Belice
Alejandro Macías México
Leslie Clovd Francia
Yanotan Bravo Espinosa México
Pablo Valderrrama México
Jorge Mariano Cáceres Perú
Jahel López México
Verónica López México
Marlene Romo Ramos México
Jorge Franco Cáceres México
José Rodríguez México
Nahela Becerril Albarrán México

MIGUEL ÁNGEL BELTRAN VILLEGAS: Un falso positivo del gobierno fascista de Úribe Vélez, escribe desde la cárcel.

LIBERTAD DE EXPRESION
MIGUEL ÁNGEL BELTRAN VILLEGAS: Un falso positivo del gobierno fascista de Úribe Vélez, escribe desde la cárcel.

26 de julio de 2009


Al correo de uno de los integrantes de El Colectivo Alternativo Socialista, llegó esta carta del intelectual, capturado en México, por decir que las FARC, son una expresión de realidad histórica, le montaron el “positivo” de que es colaborador o mejor dicho terrorista.

Es preciso saber que Miguel Beltrán, un importante intelectual e investigador académico (no del DAS aclaramos) en México, fue capturado de manera anti-jurídica por parte del gobierno de derecha de México; pues dentro de su proceso académico conceptuó que los fenómenos de violencia no son hechos aislados de la dominación y el ejercicio del poder.

En el caso preciso, destacó que el origen de las FARC, al referirse especialmente a ella, es parte de un marco histórico colombiano que esta fuerte vinculado con la política de represión ejercida por el Estado en defensa de las oligarquías dominantes que por medio del terror, la hostigación y en especial con el favor político, obligó a esta insurgencia su creación a partir de la base campesina.

Independiente de quien sea ahora las FARC, por razón de su reputación, endilgada por el Estado, con el auspicio de los medios de comunicación, y aunque tengan igualmente situaciones a rechazar, la historia no se puede cambiar de manera cómoda, pues en un orden de ideas la desigualdad, la política del despojo y la corrupción provienen mas del Estado aliado con la oligarquía que de las FARC.

A continuación la carta:
“Apreciados(as) colegas ASPU:
Han transcurrido dos meses desde mi arbitraria detención en este pabellón de "alta seguridad". Actualmente somos 73 internos (de una población de 6.102 presos), los que estamos recluidos en esta área de la Cárcel Nacional Modelo, que bien puede ser considerada una "cárcel dentro de la misma cárcel" alejada de los demás patios y donde sólo tenemos derecho a una hora diaria de sol. Aquí comparto suerte no sólo con comandantes guerrilleros sino, también, con reconocidos narcotraficantes y jefes paramilitares que como "Zeus" y "Niche" están acusados de ser autores de numerosas masacres de hombres, mujeres y niños indefensos. Por fortuna éstos se encuentran en un piso aparte.
Cada vez que traspaso las puertas de esta institución carcelaria para una audiencia o una entrevista con los medios de comunicación, los impresionantes dispositivos de seguridad revelan que soy considerado un reo de alta peligrosidad para las autoridades carcelarias. "El terrorista más peligroso de las FARC" según palabras del mismo presidente Uribe quien me condenó, sin ser escuchado en juicio, y agradeció al primer mandatario mexicano Felipe Calderón su colaboración en mi captura, aún así los jueces de garantías y de apelación insistieron que mi detención se produjo en Colombia.

Resulta un verdadero sarcasmo que mientras el fiscal promete para mí una pena de más de cuarenta años por los delitos de rebelión y concierto para delinquir con fines terroristas, a los verdaderos criminales, que han sembrado el terror en todo el país, se les ofrece que purguen sus decenas de homicidios en 8 años, a cambio de su confesión, amparados en la política de "justicia y paz". En otros casos, la justicia ni siquiera se ha hecho cargo de ellos y se mantienen en la total impunidad desempeñando importantes cargos públicos o altos puestos de dirección en las fuerzas militares.
En mi expediente no se me acusa de despedazar campesinos con motosierra, ni se me atribuye el asesinato de jóvenes provenientes de sectores populares que luego son presentados como "falsos positivos"; tampoco se me imputan tratos crueles, inhumanos y degradantes contra persona alguna; mucho menos se me inculpa de delitos de lesa humanidad: contrario a ello se me acusa de "instigación al terrorismo" por denunciar estos hechos y de poner de presente la responsabilidad del Estado Colombiano y las Fuerzas Militares en estos crímenes: se me acusa de ser un terrorista por sustentar en mis escritos en los foros públicos, que las FARC es una respuesta histórica a las múltiple violencias del Estado, porque en este país, por decreto presidencial no existe conflicto armado, pese a que número de desplazados por la violencia sobrepasan ya los 4'000.000 de personas.

El hecho que se cite mis actividades académicas como indicios para inculparme, demuestra que se trata de un claro intento de criminalizar un trabajo docente e investigativo incómodo para el establecimiento.
En el pasado estas mismas sindicaciones han sido hechas a destacados profesores universitarios como el sociólogo Alfredo Correa, a quien se acusó de ser un "ideólogo de las FARC"; en esa ocasión las falsas inculpaciones provinieron de informaciones proporcionadas por los mismos organismos de inteligencia del Estado, concretamente del DAS institución que depende directamente de la Presidencia de la República. Pese a que en el proceso jurídico se pudo comprobar su inocencia, al profesor Correa el Estado no le garantizó el derecho a la vida: pocas semanas después de su excarcelación, caía asesinado en las calles de Barraquilla.

Desafortunadamente, esta política de hostigamiento contra la academia Colombiana no es cosa del pasado, por el contrario se ha venido incrementando con la mal llamada política de "seguridad democrática". William Javier Díaz es un ejemplo de ello, integrante del Taller de Formación Estudiantil Raíces (TJER ), que durante más de una década ha desarrollado seminarios de pensamiento social en la Universidad Pedagógica y la Universidad Distrital "Francisco José Caldas", con el apoyo de reconocidos académicos e investigadores, hoy es víctima de un montaje jurídico similar, donde, con base en espurios archivos de un supuesto computador incautado a la guerrilla, se le presenta como un militante de las FARC.

De esta manera el Estado pretende castigar a quienes consideramos que los estudiantes deben estar en contacto permanente con los problemas sociales no solo del pasado sino también del presente; que los futuros profesionales tienen que estar en contacto con las tercas y duras realidades de un país continente que hoy parece despertar tras años de letargo.

La universidad, centro por excelencia de producción y circulación del pensamiento crítico, no puede ceder a esta intimidación, escudándose en una supuesta neutralidad de la teoría, ni refugiándose en la torre de marfil de un conocimiento de expertos ajeno a cualquier compromiso con la realidad social, las libertades del pensamiento y expresión –escribía el profesor universitario y también activista de los derechos humanos Héctor Abad Gómez– "son un derecho duramente conquistado a través de la historia por millares de seres humanos, derecho que debemos conservar. La historia demuestra que la conservación de este derecho requiere esfuerzos constantes, ocasionales luchas y aún, a veces, sacrificios personales".

En Colombia, la Asociación Sindical de Profesores Universitarios ha sido un instrumento de defensa de este derecho, preservando con su lucha el "alma mater" no sólo de los bárbaros que pretenden acallarla recurriendo a la violencia y la amenaza, sino haciendo frente a las políticas neoliberales que buscan asfixiarla presupuestalmente.

La generosa solidaridad que ustedes me han brindado en estos dos largos meses de reclusión, corrobora este compromiso que por décadas ustedes han mantenido en aras de la defensa de la educación superior y coloca de presente que esta lucha no solo es por mi libertad sino por la libertad y el respeto al trabajo científico e intelectual.

Desde estas cuatro paredes que aprisionan mi cuerpo, pero no mi pensamiento, quiero hacerles llegar mi voz de sincero agradecimiento por sus gestos de solidaridad y mi convencimiento de que en esta lucha llegaremos hasta el final, para que en el país el pensamiento pueda circular libremente y no sea amenazado por aquellos insensatos que aspiran revivir los tiempos de la inquisición, condenando a la hoguera a quienes expresamos ideas y opiniones diferentes.

Un abrazo fraternal.
Miguel Ángel Beltrán Villegas
Cárcel Nacional Modelo
Pabellón de Alta Seguridad
Julio 20 de 2009”

viernes, 17 de julio de 2009

MANIFESTACIÓN PÚBLICA EN RECHAZO A LA PERSECUCIÓN DE LAS VOCES CRÍTICAS EN COLOMBIA

Buenos Aires, Julio de 2009

Organizaciones sociales, partidos políticos, ciudadanos y ciudadanas de Colombia, pueblos del mundo:
Compañeras y Compañeros:
En el Comité de Base del PDA-Argentina nos encontramos alarmados por el señalamiento y persecución que el actual Gobierno Nacional ha venido implementando de manera creciente hacia la comunidad académica, los intelectuales, el periodismo crítico, la oposición política y el movimiento social. A ello se suma el incesante accionar de las mal llamadas “bandas emergentes” que no son otra cosa que la continuación del paramilitarismo.
Como ustedes saben, Colombia vive un conflicto interno que se ha prolongado por más de seis décadas y que ineludiblemente ha tocado a los diferentes ámbitos de la sociedad. Con el crecimiento de los grupos paramilitares durante los años noventa, las amenazas y asesinatos se han incrementado de manera exponencial a lo largo y ancho del país. La desmovilización de estos grupos a partir del año 2003 no generó una disminución de su accionar y, por el contrario, desde el año 2005 se ha hecho visible de manera dramática su presencia, en todos los ámbitos de la sociedad.
Es inadmisible que en Colombia se recurra a la detención y el silenciamiento de los intelectuales y periodistas, como es el caso de la arbitraria acusación, detención y judicialización del Dr. Miguel Ángel Beltrán y la persecución política llevada a estrados judiciales del sociólogo, escritor y periodista Alfredo Molano Bravo. El profesor Beltrán como investigador de la realidad social y política latinoamericana ha desarrollado diferentes trabajos académicos que le han valido el reconocimiento de la comunidad académica a nivel nacional e internacional. El viernes 22 de mayo el profesor fue detenido arbitrariamente en Ciudad de México, donde se encontraba adelantando sus estudios posdoctorales en la UNAM, acusado de ser miembro del bloque intelectual de las FARC. Fue aislado y deportado negándole el debido proceso. En Bogotá las autoridades encabezadas por el presidente de la república anunciaron la captura de un peligroso terrorista, obviando la presunción de inocencia y los resultados del debido proceso judicial. Los medios adeptos al gobierno han hecho eco de esta versión condenándolo de antemano. En el marco del silenciamiento a la disidencia, se le abrió un proceso judicial por injuria y calumnia al reconocido intelectual y periodista Alfredo Molano quien, en su columna de opinión titulada “Araújos et al”, realizó un somero recuento histórico de lo que ha sido, desde los tiempos de la Colonia, el dominio económico, político y social de la élite en la región norte de Colombia. Cuatro jóvenes miembros de la familia Araújo se sintieron aludidos por las opiniones de Molano y recurrieron a la Fiscalía General de la Nación para demandarlo. Durante el desarrollo de este proceso fueron detenidos el senador Álvaro Araujo Castro y su padre, Álvaro Araujo Noguera (exgobernador de la provincia del Cesar), por vínculos con los grupos paramilitares. Ante estos hechos, donde la realidad supera la acusación, los demandantes han dilatado el desarrollo del proceso evitando así un deshonroso desenlace.
No podemos olvidar que estos hechos coexisten con una creciente ola de ataques de grupos armados ilegales de extrema derecha, “Águilas Negras” y antiguos desmovilizados del paramilitarismo, contra la comunidad académica: desde el año 2005 en las universidades se difunden panfletos intimidantes dirigidos a sus miembros, especialmente a las organizaciones estudiantiles y sus dirigentes, quienes son acusados de “terroristas” y por tanto se les exige abandonar sus actividades so pena de ser asesinados o desaparecidos. Estas amenazas se han hecho efectivas de manera sistemática y en creciente aumento. Según datos de la Federación de Estudiantes Universitarios, desde el año 2002 han sido amenazados 300 estudiantes, 200 han tenido que abandonar sus regiones y 17 han sido asesinados. En este año las amenazas se han presentado en distintas regiones del país: la universidad de Caldas, Antioquia, Industrial de Santander, Quindío, Valle y Nacional sede Bogotá. El pasado mes de marzo fueron asesinados tres estudiantes de las universidades de Antioquia, Guajira y Córdoba. Y en el mes de junio fue desaparecida una estudiante de la Universidad Nacional de Colombia.
En el ámbito político la represión se manifiesta en las infundadas acusaciones por “FARC-polítca” por parte del Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez, contra dirigentes del Polo Democrático Alternativo entre ellos los senadores Jorge Enrique Robledo y Gloria Inés Ramírez, el congresista Wilson Borja y el concejal Jaime Caycedo, así como la senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba. Como telón de fondo, ha salido a la luz pública las interceptaciones ilegales del organismo de inteligencia del estado (DAS) a miembros de la oposición política, ONGs defensoras de derechos humanos, periodistas e integrantes de las altas cortes.
En este contexto que vive el país, la represión al movimiento social ha sido implacable: la Minga Indígena, Campesina, Negra, obrera y universitaria, declarada en resistencia social y comunitaria, que el año pasado organizó y movilizó a miles de colombianos, sufrió desde su inicio la muerte de dos de sus integrantes, el atropello indiscriminado y la destrucción de sus sitios de concentración a manos de la policía. Sin embargo, la Minga avanzó hasta la capital como muestra de lucha y organización. Osadía que derivó en el asesinato del compañero y esposo de una de las líderes de la Minga, Aída Quilcué, en confusos hechos a manos del ejército nacional. Las amenazas y muertes no han cesado, la minga volvió a poner su cuota de sangre, Roberth De Jesús Guachetá el 19 de mayo de 2009 fue asesinado. Ahora, el gobierno nacional ha iniciado, a través de la Fiscalía General de la Nación, una serie de acusaciones y procesos judiciales contra los dirigentes de la Minga, por secuestro y tortura. Estas acusaciones responden a una lógica de silenciamiento y desarticulación del movimiento social, carecen de todo fundamento y solo pueden ser calificadas como cínicas.
Los graves acontecimientos por los que atraviesa Colombia, sumada a la crítica situación de Derechos Humanos, hacen que el Polo Democrático-Argentina se sume a las múltiples voces de rechazo a la detención del profesor Beltrán, condena el intento de censura hacia el periodista crítico Alfredo Molano. Denunciamos al gobierno nacional por estigmatizar al movimiento estudiantil y no tomar las medidas preventivas que controlen el accionar paramilitar dentro de las universidades. Exigimos se den las garantías al necesario ejercicio de la oposición política y rechazamos el uso sistemático de las supuestas pruebas encontradas en el computador del guerrillero Raúl Reyes que han servido como caja de pandora para estigmatizar a las voces críticas en el senado, el periodismo, la universidad y el movimiento social. Así mismo rechaza de manera vehemente el atropello contra los líderes de la Minga y se solidariza con sus luchas, que son a la final las luchas del pueblo contra el autoritarismo.
Las colombianas y colombianos comprometidos con las transformaciones democráticas que requiere con urgencia el país, llamamos a una movilización este 20 de julio frente a todas las embajadas de Colombia alrededor del mundo, para exigirle al Gobierno que cese la persecución y judicialización del pensamiento y acción crítica. A doscientos años de nuestra independencia convocamos a luchar por la verdadera emancipación del pueblo, las ideas, los valores de la justicia social y democracia directa que garanticen la paz, la tolerancia y el respeto por la vida.
Porque en Colombia nos sobran motivos para seguir luchando. No cesaremos en nuestra búsqueda, ni acallaremos nuestras voces ante la intimidación y la persecución. Por una Colombia democrática y con justicia social, donde la defensa de la vida sea para todos y el ejercicio del pensamiento crítico sea respetado y protegido.
COMITÉ DE BASE PDA-ARGENTINA

lunes, 13 de julio de 2009

Jornadas académicas: Por la defensa del pensamiento crítico y la libertad de pensamiento en Colombia

El Comité por la libertad del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, invita a profesores, estudiantes, artistas, defensores de derechos humanos, organizaciones sociales y demás personas a participar cada mes de la siguiente programación:

Fecha: Jueves 16 de julio
Tema: "Intelectuales y Poder en América Latina Criminalización de la crítica”
Invitado: Doctor Juan Guillermo Gómez García

Fecha: Jueves 20 de agosto
Tema: "Investigación, Pensamiento Crítico y Universidad”
Invitado: Profesor Alfredo Ghiso Cotos

Hora: 10:00am.

Lugar: Auditorio 10-222, Universidad de Antioquia

libertadmiguelangelbeltran@ gmail.com

martes, 7 de julio de 2009

Comunicado de Estudiantes, Profesores y Egresados del departamento de Trabajo Social. Universidad Nacional de Colombia,Sede Bogotá.

Con indignación hemos observado la arbitraria detención y deportación a Colombia de nuestro maestro, colega, hermano, Miguel Ángel Beltrán, reconocido académico colombiano quien venía realizando una estancia posdoctoral en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPS de la UNAM, en México. Miguel Ángel ha sido docente de varias universidades de Colombia durante los últimos 10 años y estaba adscrito a la Universidad Nacional de Bogotá, institución que le otorgó el permiso para realizar dicha estancia de investigación en la UNAM.

El profesor Miguel Ángel Beltrán ha sido un destacado y reconocido académico. Su formación académica, en el área de las ciencias sociales y la historia, su doctorado y sus investigaciones sobre la historia política latinoamericana, han sido reconocidas nacional e internacionalmente y constituyen referentes de investigación para estudiantes, docentes y especialistas en diversos temas.
El profesor Miguel Ángel Beltrán durante los años en que sirvió al Departamento de Trabajo Social de la Universidad Nacional, se caracterizó por ser un profesor respetado por sus estudiantes y por sus colegas, en él se encontraba al profesor exigente pero comprensivo con sus estudiantes, seguro de sus argumentos, honesto, respetuoso, responsable, sensato, fue y ha sido siempre ejemplo de trabajo, consagración y entrega al estudio de la realidad del país. Su hoja académica es impecable y siempre obtuvo el reconocimiento como "Excelente".
Hoy unimos nuestras voces para exigir la libertad inmediata del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, nos unimos también a las múltiples manifestaciones que se han realizado desde diversas instancias académicas, así como aquellas que han sido suscritas por profesores e investigadores de universidades nacionales e internacionales en el sentido de garantizar los derechos que, como persona y como ciudadano, se le deben conceder a Miguel Ángel Beltrán.
Reiteramos, “si lo que hoy está en juicio es el pensamiento crítico y democrático, entonces TODOS SOMOS MIGUEL ANGEL BELTRAN VILLEGAS”.

SANDRA MILENA ALVARAN LOPEZ
Trabajadora Social
Egresada departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional

JORGE ANDRÉS CANCIMANCE LÓPEZ
Trabajador Social
Egresado del departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia
Maestría (c) en Ciencias políticas
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales-FLACSO-
Ecuador

VILMA SNED GIRALDO GIRALDO.
Profesora Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia

JUANITA BARRETO GAMA
Profesora Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

MARTHA NUBIA BELLO A.
Profesora del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

LINA MARÍA DÍAZ MELO.
Egresada departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional De Colombia

EDWIN CUBILLOS RODRIGUEZ
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

ESPERANZA GUTIERREZ A.
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

BIBIANA GUACANEME
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

ARIEL ROSEBEL PALACIOS
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

JULIO VELANDIA
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

KELLY MARIOT PEÑA CORTÉS
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

MONICA SUAREZ ENCISO
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

SANDRA MILENA ZORIO
Egresada del departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia
Candidata a Magíster Psicoanálisis Subjetividad y Cultura.

ZAIDA NIÑO CONTENTO
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

LEONARDO A. GIL GONZALEZ
Egresado Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia

ZONIA CRISTINA ROJAS
Egresada Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia

ALBA LUCÍA YAMÁ
Egresada Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia


MIGUEL ANGEL VELANDIA
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.


CLARA MARIA GARCIA
Docente Departamento Trabajo Social
Universidad Nacional.

HUGO GOMEZ NIETO
Egresado Departamento de Trabajo Social UN.
Docente e Investigador Universitario
Especialista en Política Social, Pontificia Universidad Javeriana
Analista de Conflictos en Procesos de Globalización, Universidad Internacional de las Instituciones de los Pueblos por la Paz, Rovereto - Italia
Magister en Estudios Politicos, Pontificia Universidad Javeriana

DORA ELIANA PINTO VELÁSQUEZ
Egresada Departamento de Trabajo Social
Maestría en Estudios de Género. Área Mujer Y Desarrollo
Universidad Nacional de Colombia.

DIANA VERA
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

MARIA ELENA BELTRAN VILLEGAS
Egresada Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

EYMY BAEZ
Estudiante del Departamento de Trabajo Social
Practica Derechos Humanos – Desplazamiento Forzado
Universidad Nacional de Colombia.

MARTHA CECILIA DE LA ROSA
Profesora del Departamento de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia.

MARTHA ISABEL ROMERO
Estudiante de Trabajo Social
Universidad Nacional de Colombia

lunes, 29 de junio de 2009

La Jornada - Protesta en el INM por expulsión de Beltrán Villegas


La Jornada - México, 26 de junio de 2009

Georgina Saldierna

Integrantes de organizaciones sociales protestaron ayer frente a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) por la expulsión del colombiano Miguel Ángel Beltrán Villegas, sin que haya existido petición del gobierno de Álvaro Uribe y sin ninguna razón para hacerlo, puntualizaron.

Jóvenes del Frente Amplio Contra la Represión, del Foro Social Mundial y de la Organización Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio entregaron volantes denunciando el hecho y reprodujeron un audio, en el que retomando la campaña oficial Vive México, para promover el turismo en el país, aludieron a diversas problemáticas en el país, como la matanza de Acteal, la existencia de pederastas y redes de prostitución infantil en Yucatán, los feminicidios en Ciudad Juárez y la represión en San Salvador Atenco.

De manera irónica, se agrega que un cierre perfecto del "recorrido turístico" que se puede hacer por México sería acudir al INM, lugar a partir del cual es posible regresar al país de origen gracias a un trámite express. "La detención, el aislamiento, la tortura y el vuelo de retorno se puede hacer en menos de cuatro horas", resaltaron, en referencia a la forma y el tiempo que tomó la expulsión del colombiano, a quien se le vincula con las FARC.

Mexicanos denuncian irregularidades en expulsión de presunto rebelde de FARC

Unos veinte miembros de la organización Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio de México (H.I.J.O.S.) protestaron hoy contra las autoridades del país por supuestas violaciones a los derechos humanos en la deportación del académico colombiano Miguel Ángel Beltrán, acusado de pertenecer a las FARC.

"Bienvenidos a la Secretaría de Gobernación; aquí violamos sus derechos humanos", decía uno de los carteles que los manifestantes portaron ante la sede del Instituto Nacional de Migración (INM) para denunciar la manera en que las autoridades expulsaron de México a Beltrán, el pasado 22 de mayo.

La activista de H.I.J.O.S. Guadalupe Pérez señaló que el Gobierno mexicano actuó de manera ilegal al incomunicar al presunto guerrillero, no permitirle la garantía de un abogado y trasladarle de inmediato a su país sin informarle siquiera de su situación jurídica.

Vigilados por alrededor de medio centenar de carabineros, el grupo repartió volantes y puso un equipo de audio que, de manera irónica, imitó la campaña "Vive México", que desarrolla el Gobierno para tratar de recuperar el turismo tras la epidemia de la gripe A.

A través de los panfletos, la ONG invitó a los extranjeros a visitar Ciudad Juárez para hacer un recorrido por un lugar "con mujeres asesinadas y ejecutados en las calles", la Ruta Maya, en Chiapas, "para ver en vivo la pobreza y las tumbas de mujeres y niños asesinados", y Yucatán, "donde hay pornografía infantil y las cárceles están llenas de presos acusados de zapatistas".

Una joven con una banda que decía "Miss desaparecidos" denunció las irregularidades en la deportación de Beltrán, mientras otra identificada como "Miss presos políticos" la acompañó para entregar a la Secretaría de Gobernación el premio inventado "Impu 9000", una manera de denunciar la supuesta impunidad.

Miguel Ángel Beltrán, de 45 años de edad, cursaba estudios de postdoctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y durante una visita a la Secretaría de Gobernación para actualizar su condición migratoria fue detenido y deportado el pasado 22 de mayo.

Horas después el presidente colombiano, Álvaro Uribe, agradeció a su homólogo mexicano, Felipe Calderón, la captura y envío a Bogotá de Beltrán, acusado de ser "Jaime Cienfuegos", un importante miembro de la comisión internacional de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Eso es mentira, Beltrán ha dedicado su vida a la academia, no ha hecho militancia, menos guerrillera, no tiene nada que ver con eso, en México ocurrió un acto de secuestro. Ni siquiera el Gobierno colombiano había solicitado su extradición", aseguró a Efe el maestro universitario de origen colombiano Eduardo Correa, presente en la manifestación de hoy.

Noticias internacionales: www.Qué.es

Mecanismos legales de persecución política: el caso de Miguel Ángel Beltrán Villegas

México DF, junio 19 de 2009

La detención del profesor Miguel Ángel Beltrán Villegas, efectuada por el Instituto Nacional de Migración de México (INM), y su posterior entrega a las autoridades judiciales en Colombia ha sido calificada por algunos abogados como una modalidad de “secuestro transfronterizo”, por la forma en la que fue desarrollado el procedimiento: no hubo deportación, pues entró de manera legal a México para desarrollar su estancia postdoctoral, ni tampoco extradición, pues los tratados vigentes en esa materia entre México y Colombia la prohibirían si se tratase de acusaciones por dellitos políticos.

Al reconocido sociólogo, maestro en ciencias sociales e historia y doctor en estudios latinoamericanos, se le violaron sus derechos a la información y a la defensa, siendo expuesto a la opinión pública como alias 'Jaime Cienfuegos' cuando no se ha probado que se trate de la misma persona. Ahora, el profesor Beltrán se ha convertido en una de las víctimas de la política de 'seguridad democrática', mientras el gobierno de Álvaro Uribe Vélez agradeció a las autoridades mexicanas, y paticularmente al presidente Felipe Calderón, por la captura del académico, a quien calificó de ser “uno de los terroristas más peligrosos” de las FARC, sin que las investigaciones hayan logrado demostrar absolutamente nada en este sentido y no se haya fallado en contra del docente universitario.

El 'show mediático' con el que fue presentado Miguel Ángel Beltrán al ser entregado a las autoridades colombianas mantuvo la acusación sin demostrarla: algunos medios se conformaron con afirmar que era guerrillero contando sólo con declaraciones de miembros del gobierno, como el general Óscar Naranjo, comandante de la Policía Nacional, para sustentar esa idea.

Dentro de los elementos que rodean el caso de Miguel Ángel Beltrán, han sido documentadas varias inconsistencia en el proceso de detención y judicialización, ante las cuales el INM ha planteado que sus acciones se realizaron “con estricto apego a la ley”. Sin embargo, no se ha dado una respuesta satisfactoria sobre cuál fue la justificación de la expulsión de Miguel Ángel y por qué se le negaron los derechos de información, de apelación y de amparo.

Por otro lado, en las declaraciones del gobierno colombiano y del director de la policía se enfatiza en los acuerdos que estos dos países vienen adelantando respecto a la lucha contra el terrorismo, lo que coloca en evidencia la afinidad política de los dos gobiernos en relación con el modelo de seguridad que aplican, ya sea bajo el ropaje de la lucha contra el narcotráfico o bajo el de la lucha antiterrorista, y también la afinidad de ambos con un sistema político e ideológico de ultraderecha: así lo demostrarían las múltiples reuniones de Uribe con organizaciones como el Concejo ciudadano para la seguridad pública en México y los 'sabios consejos' que, durante el año pasado, que el mandatario colombiano ofrecía a Felipe Calderón, respecto a la política de 'seguridad democrática'.

Actualmente, Miguel Ángel Beltrán sigue detenido y, con las acusaciones del general Naranjo, está siendo procesado por la Fiscalía colombiana, bajo los cargos de concierto para delinquir con fines terroristas y concierto para delinquir con fines de financiación del terrorismo. Ante la gravedad de la situación, varios estudiantes, maestros, intelectuales y organizaciones sociales colombianas y mexicanas han decidido emprender la denuncia de la criminalización y del montaje de los que está siendo víctima el profesor, y desarrollar diferentes actividades de información y de exigencia por la libertad del académico.

Esta detención es un caso que pone en claro la criminalización de las ideas y del pensamiento crítico latinoamericano: las voces que exigen la libertad inmediata para Miguel Ángel Beltrán Villegas son también las voces que hoy denuncian que los gobiernos de Colombia y México –bajo el manto de la lucha contra el narcoterrorismo y la delincuencia organizada– han decidido convertirse en los bastiones estratégicos del modelo neoliberal y la antidemocracia en Latinoamérica, aplicando la guerra sucia contra el pueblo y persiguiendo a los movimientos políticos y sociales progresistas y de izquierda.

Periódico El Turbión

domingo, 21 de junio de 2009

COMUNICADO COLECTIVO DOCENTE DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE CALDAS

UNIVERSIDAD DE CALDAS

DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA

El colectivo docente del Departamento de Antropología y Sociología de la Universidad de Caldas, en reunión realizada el 8 de junio de 2009, analizó la situación generada a raíz de la expulsión de México y posterior detención en Colombia del Doctor MIGUEL ÁNGEL BELTRÁN VILLEGAS y, en consecuencia, decidió manifestar ante la opinión pública nacional e internacional lo siguiente.

1. Aquellos de nosotros que lo conocemos personalmente o que hemos estudiado su producción intelectual reconocemos en el colega Beltrán Villegas a una persona de las más altas capacidades humanas y profesionales.

2. Las informaciones que hemos conocido gracias a sus colegas de México nos permiten determinar que su deportación a Colombia fue realizada sin el debido respeto por los procedimientos legales establecidos, cuestión que incluso ocupó la atención y rechazo de la Comisión Permanente del Congreso de México que ha citado a varios funcionarios para que expliquen lo sucedido.

3. En Colombia altos funcionarios del Estado (el Presidente de la República, el Fiscal General y el Director General de la Policía) han desconocido flagrantemente el principio constitucional y legal de la presunción de inocencia y, antes de cualquier juicio, han condenado públicamente al doctor Beltrán Villegas. Así mismo, en una forma de pensar y de actuar que creíamos superada, han buscado asimilar el trabajo sociológico con el delito político o el terrorismo.

4. Por su parte, los medios de comunicación masivos han desconocido el principio de imparcialidad y el derecho a la información que constitucionalmente nos asiste a los ciudadanos, se han limitado a presentar las versiones oficiales, han entrevistado de manera hostil al doctor Beltrán Villegas y han desconocido las informaciones provenientes del mundo académico.

5. Encontramos, lamentablemente, que la situación del doctor Beltrán Villegas se suma a hechos precedentes como: la solicitud realizada en noviembre de 2.008 por la Fiscalía General de la Nación para que le fueran entregadas las bases de datos de los estudiantes universitarios, la detención de varios docentes universitarios al finalizar el mismo año y los asesinatos de los sociólogos Alfredo Correa de Andreis en 2.006 y Edgar Fajardo en 2.007.

6. Este conjunto de circunstancias se nos presenta como síntomas de un proceso creciente de desinstitucionalización de la vida política del país que se expresa, también, en las ejecuciones extrajudiciales (llamadas “falsos positivos”), la interceptación ilegal de comunicaciones así como la reiterada conculcación de derechos de diversos sectores sociales, comunidades étnicas y prácticas profesionales.

Así las cosas, el proceso seguido contra el historiador, sociólogo, magíster en Ciencias Sociales, doctor en Estudios Latinoamericanos y docente de la Universidad Nacional de Colombia, colega Miguel Ángel Beltrán Villegas, sumado a los hechos antes citados, se nos presentan como una grave amenaza a la esencia misma del trabajo científico social: la libertad de definir objetos de investigación, perspectivas teóricas y metodológicas; determinar los actores a estudiar y su consulta en tanto fuentes de información; controvertir sin limitación alguna evidencias científicas, hipótesis, hallazgos; todo lo cual sólo es posible en un ambiente de libertad y de respeto por el trabajo científico e intelectual.

Sobre la base de lo hasta aquí expuesto, el colectivo docente del Departamento de Antropología y Sociología de la Universidad de Caldas decidió:

1. Demandar de las autoridades competentes la restitución al colega Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas sus derechos conculcados: la presunción de inocencia y su buen nombre; así mismo le sean garantizados su derecho a un debido proceso y a su salud.

2. Así como reconocemos a los propietarios de los medios de comunicación y a los comunicadores sociales la libertad de empresa y de opinión, como ciudadanos exigimos nuestro derecho constitucional y legal a ser informados de manera imparcial y, en consecuencia, a que sean difundidas no sólo las versiones oficiales sino la multiplicidad de pronunciamientos provenientes del mundo académico y del propio implicado con el respeto que todos ellos merecemos.

3. Convocamos a los departamentos, programas y facultades de Sociología, Antropología y en general de las ciencias sobre lo social, a realizar en forma de red un amplio foro nacional en espacios públicos y abiertos en el que podamos debatir con la ciudadanía en su conjunto el tema de las libertades de investigación y de cátedra que nos asisten en tanto académicos, las garantías que le corresponde prestar al Estado de Derecho para su ejercicio así como los intentos de asimilarlas con el delito político.

4. Dado el proceso de desinstitucionalización creciente que amenaza la esencia misma del trabajo científico sobre lo social, convocamos a los partidos políticos y a los precandidatos presidenciales a exponer y debatir sus propuestas políticas para garantizar las libertades de investigación y de cátedra como expresión, también, de la autonomía universitaria.

5. Finalmente, proponemos a todos aquellos investigadores sobre lo social y en particular a los docentes universitarios, que quieran voluntariamente hacerlo, donar un día de salario para poner estos recursos a disposición de la familia del colega Doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas y contribuir de esta manera con los gastos necesarios para su defensa jurídica y el cuidado de su salud.

En Manizales, a los 8 días del mes de junio de 2.009,

POR EL COLECTIVO DOCENTE DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGÍA Y SOCIOLOGÍA UNIVERSIDAD DE CALDAS:

CESAR MORENO BAPTISTA
Antropólogo, doctor en Antropología, Director Departamento

Fernando Cantor Amador
Sociólogo, candidato a magíster en Sociología, Director Programa de Sociología

Bridget Cortés TARYN
Socióloga, estudiante maestría en Teorías y métodos de investigación social

Pedro María Argüello García
Antropólogo, estudiante Maestría en Ciencias Sociales

RICARDO A. BOTERO VILLAMOR
Antropólogo, estudiante maestría en Territorio, Conflicto y Cultura

Gloria Elsa Castaño Alzate
Antropóloga, estudiante Maestría en Sociedades Rurales

Ángela María Gnecco lizcano
Socióloga, candidata a magíster en Desarrollo Humano

Claudia Andrea Escobar Zuluaga
Socióloga

Beatriz Nates Cruz
Antropóloga, doctora en Antropología

Pompeyo José Parada Sanabria
Sociólogo, magíster en relaciones internacionales, candidato a doctor en Antropología

William andrés Posada restrepo
Antropólogo

Adriana maría quiceno
Antropóloga

Sandro Leonel Rodríguez
Sociólogo

Carlos DAVID RODRIGUEZ
Antropólogo, candidato a doctor en Antropología

Ernesto León Rodríguez
Antropólogo, candidato a doctor en Antropología

JORGE RONDEROS VALDERRAMA
Sociólogo, magíster administración y planificación del desarrollo regional, candidato a doctor en relaciones interétnicas en América Latina: pasado y presente

Carlos Eduardo Rojas Rojas
Sociólogo, magíster en Filosofía

Mary Luz Sandoval Robayo
Socióloga, magíster en Sociología

Rodrigo Santofimio Ortiz
Sociólogo, magíster en relaciones internacionales

El proceso contra el profesor Miguel Ángel Beltrán: nuevamente Sócrates y la persecución al pensamiento

Miércoles 17 de junio de 2009
Prensa - Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo

En el banquillo, el profesor universitario, tras de sí las cámaras y ante sí, el Fiscal, el representante de la Procuraduría y en el estrado, el Juez que dirigió la puesta en escena: La fotografía que resume situacionalmente las audiencias desarrolladas en días pasados en contra del profesor Miguel Ángel Beltrán. Un maestro en Silencio, los demás hablan, se mal ocupan de su existencia.

Un maestro que está enfermo que pide recesos y se le niegan, sus defensores son atacados en esos instantes, al unísono. La Fiscalía aclara, ni un antigripal para el maestro porque se duerme, el Juez dice, no hay evidencia de que tenga alguna enfermedad que impida que se siga desarrollando la audiencia… El Ministerio público reconoce que el profesor requiere descanso y reposo, pero después de la diligencia… Respiran aliviados todos los asistentes detrás de sus tapabocas…

Mientras, el Fiscal, solicita para sí, recesos contemplativos, recesos aclarativos, recesos verificativos, que todos aplauden… El Tribunal de Atenas, solo deja la opción de la cicuta.

Una puesta en escena que como se ve, recuerda algunos datos de lo formal y de lo material del juicio a Sócrates, que culminó para él, en la supuesta dignidad del suicidio. Una recreación que revela, ayer como hoy, cómo el lema “subvierte a la juventud, corrompe la juventud”, vía ejercicio de la sabiduría y del estudio científico, sigue siendo herramienta meramente política. Quién se pretende entonces que beba la cicuta… el maestro Beltrán?, la Universidad pública?, la oposición académica? Todos porque son uno solo?.

Por el doctor Miguel Ángel Beltrán, debiese hablar su obra científica, sus dos doctorados, su postdoctorado en curso, su compromiso académico por Colombia, por la Universidad Pública, que fueron vacuamente escuchados en las audiencias... Sócrates esperaba lo mismo, por ello su espíritu habló a través de las formas que han llegado a nosotros por Platón y Jenofonte, quienes recogieron su voz…

“Pero yo, atenienses, quizá también en este punto me diferencio del resto de los mortales, y si me obligaran a decir en qué soy más sabio, me atrevería a decir esto: me siento más sabio porque, desconociendo lo que en verdad acaece en el Hades, no presumo de saberlo”.

Son múltiples las preguntas que surgen después de presenciar las tres audiencias: De “legalización de la captura”, de imputación y de imposición de detención preventiva, sobre lo que fue la actuación de quien debió ser un Juez constitucional, un Juez de garantías:

La primera, obvia, es por qué razón el señor Juez, jamás preguntó, de qué forma, arcana por ahora, la Fiscalía concluía que el tal “Jaime Cienfuegos”, que dicen que aparece en unos equipos de sistemas, era el profesor Miguel Angel Beltrán. No existe ni una sola alusión a esta situación elemental, ni en boca de la Fiscalía, ni en la del representante de la Procuraduría, ni tampoco en la de quien asistía como Juez de control, de garantías. Escuchamos a Sócrates por boca de Platón.

“Y voy a daros pruebas contundentes de ello, no con palabras, sino con lo que tiene mayor fuerza ante cualquier auditorio, con los hechos. Dejadme contaros un episodio de mi vida, que pondrá de manifiesto que yo nunca cedería a la injusticia por temor a la muerte y que el miedo a morir es impotente para hacerme desistir de algo que sea contrario a la justicia. Os voy a relatar cosas tal vez pesadas y aburridas, a la manera de los abogados, pero todas ciertas”.

Afuera, el corifeo mediático, y alrededor del altar de sacrificio, hace la unificación: Aúlla y danza un nuevo nombre: Miguel Angel Beltrán ya no es él, el Maestro… Se ha capturado a Jaime Cienfuegos…. Se ha capturado a Jaime Cienfuegos… ven cómo se ha capturado a Cienfuegos?….

La segunda pregunta nuevamente elemental: Por qué no se le preguntó siquiera a la Fiscalía sobre la forma en que fueron supuestamente obtenidos esos equipos de sistemas de los cuales tanto habló el acusador. Esto es, establecer el alcance judicial de unos elementos presupuestamente incautados en un hecho ya reconocido como atentatorio del Derecho Internacional, de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.

Tampoco se interrogó a la Fiscalía sobre la legalización de la obtención de los supuestos elementos, lo que equivalió a aceptar que una orden judicial para “explorar” una evidencia ilícita, sirviera de bautizo de legitimidad… Cual si el derecho a ser privado de la libertad con fundamento en prueba lícita y legal, no fuese de resorte de una audiencia preliminar… Dijo Sócrates:

“Sin embargo, quiero demostraros que no han dicho ninguna cosa que se ajuste a la realidad. Aunque de todas las falsedades que han urdido, hay una que me deja lleno de asombro: la que dice que tenéis que precaveros de mí y no dejaros embaucar, porque soy una persona muy hábil en el arte de hablar…

“Y no os irritéis contra mí porque os diga la verdad, una vez más. No hay nadie que pueda salvar su vida, si se opone con valentía a vosotros o a cualquier otra asamblea y se empeña en impedir las múltiples injusticias e irregularidades que se cometen en cualquier ciudad. En consecuencia, quien quiera luchar por la justicia debe tener muy presente, si quiere vivir muchos años, que se conforme con una vida retirada y que no se ocupe de los asuntos públicos”.

En tercer lugar, y en la misma lógica, tampoco se observó siquiera una sola intención por determinar los hechos “delictivos”. En alguna de estas audiencias se dijo por el Fiscal, que se referían a supuestas comunicaciones entre un “Jaime Cienfuegos”, y un Raúl Reyes.

Curiosamente, dijo la Fiscalía que hay correos hasta septiembre de 2006 y se permitió que la Fiscalía aplicara una norma –la Ley 1121 de 2006- solo publicada en el Diario Oficial hasta el 30 de diciembre de ese año. Desde luego, esa norma agrava la pena. Si se hubiere observado cuáles eran los supuestos hechos y cuando ocurrieron, con la claridad necesaria a la imputación a cualquier colombiano, y con mayor razón a quien ha ejercido la docencia científica como el Doctor Beltrán; se habría notado que la Fiscalía pidió la aplicación de una ley inexistente cuando los hechos supuestamente ocurrieron, bueno, desde luego, si se entiende como hechos las apócrifas comunicaciones que se dice existieron entre un Jaime Cienfuegos y un Raúl Reyes… que dicen que aparecieron en unos equipos… que dicen que fueron incautados en una incursión, esta sí que se sabe, es, como mínimo, violatoria del Derecho Internacional… el corifeo no danza... y Sócrates habla a través de Platón…

“Por no querer aguardar un poco más de tiempo, os llevaréis, atenienses, la mala fama de haber hecho morir a Sócrates, un hombre sabio, pues para avergonzaros os dirán que yo era un sabio, aunque no lo soy. Si hubierais esperado un poquito más, habría llegado el mismo desenlace, aunque de un modo natural; considerad la edad que tengo y cuán recorrido tengo el camino de la vida y qué cercana ronda la muerte. Lo dicho no va para todos, sino sólo para los que me habéis condenado a morir”.

Mientras, el Fiscal con pompa de medios técnicos y auxilio de policía muestra en gigante el supuesto listado de correos, mientras lee, que “los resaltados” no son del texto. Nadie recuerda, nadie habla del informe Público de la Interpol… ni el Estado Juez, ni el Estado Fiscal, ni el Estado Procurador recuerdan que ese informe público decía que los correos revisados no estaban resaltados. El fiscal finaliza diciendo que esos son los correos.

En acompañamiento de Juez y Procurador al Fiscal, se concluye finalmente que el correo en Word que para la Fiscalía muestra un concierto para delinquir agravado por terrorista, era uno donde el tal Jaime Cienfuegos y el supuesto Raúl Reyes hablaban de la creación de un grupo de investigación científica… nos grita Sócrates…

“Imaginémonos que se tratara de una acusación formal y pública y oímos recitarla delante del tribunal: "Sócrates es culpable porque se mete donde no le importa, investigando en los cielos y bajo la tierra. Practica hacer fuerte el argumento más débil e induce a muchos otros para que actúen como él".

Quizá alguno de vosotros, en su interior, me esté recriminando: "¿No te avergüenza, Sócrates, verte metido en estos líos a causa de tu ocupación, que te está llevando al extremo de hacer peligrar tu propia vida?"

A éstos les respondería, y muy convencido por cierto: Te equivocas completamente, amigo mío; un hombre con un mínimo de valentía no debe estar preocupado por esos posibles riesgos de muerte, sino que debe considerar sólo la honradez de sus acciones, si son fruto de un hombre justo o injusto…

Pero yo, durante toda mi vida, tanto en las cuestiones de interés público en que he intervenido como en las privadas, he sido siempre el mismo y jamás he actuado contra la justicia, ni les he permitido hacerlo a los que mis acusadores denominan mis discípulos, ni a los demás”.

Ellos reiteran, el corifeo aúlla: El supuesto correo que dice que un tal Jaime Cienfuegos hablaba de grupos de investigación científica, muestra que hay un concierto para delinquir agravado por la ley que no existía.

Algunos nos preguntamos: Y cuál es la evidencia del terrorismo en el tal grupo de investigación científica?. Y entonces, el corifeo calla nuevamente, no recuerda que la Corte Suprema de Justicia y la Corte Constitucional ya sentaron que el terrorismo es diferente de la rebelión, dice la conciencia jurídica, que el corifeo no secunda:

“El Estado no puede caer en el funesto error de confundir la delincuencia común con la política…

La acción delictiva de la criminalidad común no se dirige contra el Estado como tal, ni contra el sistema político vigente, buscando sustituirlo por otro distinto, ni persigue finalidades altruistas, sino que se dirige contra los asociados, que se constituyen así en víctimas indiscriminadas de esa delincuencia. Los hechos atroces en que incurre el narcoterrorismo, como son la colocación de carrobombas en centros urbanos, las masacres, los secuestros, el sistemático asesinato de agentes del orden, de jueces, de profesionales, de funcionarios gubernamentales, de ciudadanos corrientes y hasta de niños indefensos, constituyen delito de lesa humanidad, que jamás podrán encubrirse con el ropaje de delitos políticos.

Admitir tamaño exabrupto es ir contra toda realidad y contra toda justicia. La Constitución es clara en distinguir el delito político del delito común. Por ello prescribe para el primero un tratamiento diferente, y lo hace objeto de beneficios como la amnistía o el indulto, los cuales sólo pueden ser concedidos, por votación calificada por el Congreso Nacional, y por graves motivos de conveniencia pública (art. 50, num. 17), o por el Gobierno, por autorización del Congreso (art. 201, num. 2o.). Los delitos comunes en cambio, en ningún caso pueden ser objeto de amnistía o de indulto” .

Así, hablando de otros, no de él, finalmente, queda sacrificado en el altar el maestro, ya no ciudadano, ahora enemigo, terrorista, no humano. El enemigo al que legalizan su captura, al que detienen, al que no le permiten un minuto de descanso en más de siete horas.

Tres audiencias que tienden a demostrar que la persecución es contra la investigación científica, contra la academia…

Qué dirán los archivos del DAS de las interceptaciones y seguimientos ilegales del profesor Beltrán?…

“Con estas predicciones, como si fueran de un oráculo, me despido de los que han votado mi muerte. Y ahora quiero dirigirme a quienes me han absuelto, conversando sobre lo que aquí ha sucedido, a la espera de que los magistrados acaben de trajinar con estos asuntos y me conduzcan al lugar donde debo esperar la muerte. Permaneced, atenienses, conmigo el tiempo que esto dure, pues nada nos impide platicar. Querría comentar con vosotros, como amigos que sois, mi interpretación de lo que acabamos de vivir”.

En conclusión, tenemos:

• Una captura completamente ilegal, que fue “legitimada” por un Juez de Control de Garantías.

• Durante las audiencias, el irrespeto por la dignidad de un enfermo procesado, en un entorno donde lo importante era que “aguantara” el desarrollo de esas diligencias. Al tiempo que se le sugirió y se le permitió al Fiscal cambiar incluso el contenido de los delitos por los que había conseguido la orden de captura.

• La imputación contra un ciudadano por el nombre de otro, sin haberse ofrecido la más mínima razón para concluir que eran las mismas personas.

• Una imputación donde ni siquiera se preguntó por el Juez de control de garantías, cuál era la forma en que fueron supuestamente obtenida la tal evidencia. Ello a pesar de que es un hecho notorio que la misma se hizo surgir en un atentado contra la soberanía de otro país, un hecho atentatorio del Derecho Internacional, de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario.

• Una imputación que dice que la autorización de acceso a unos elementos, equivale a la legalización de su ilícita obtención.

• Una imputación, donde no se aclararon cuales eran los supuestos hechos delictivos, ni como, cuando y dónde ocurrieron.

• Una imputación donde se atribuyó en contra del procesado, una norma que no existía en la época de los supuestos hechos.

• Una imputación donde el Fiscal muestra sin inmutarse la alteración en sombreados, de evidencias que no debiesen haber sido manipuladas.

• Una imputación donde los supuestos hechos no coinciden con los delitos que Juez y Procurador permitieron imputar.

• Una imputación donde dice que hablar de supuestos grupos de investigación científica, es concierto para delinquir agravado, es realmente un proceso contra un docente crítico.

Como se ve, ningún momento tan preciso como el actual para hacer un llamado moral a la solidaridad, a respaldar la academia, a emprender la defensa del Doctor Miguel Ángel Beltrán.

¿REALIDAD O IMAGEN? NI UNA NI OTRA TIENEN DERECHO A ATENTAR CONTRA UN INOCENTE

Ahora, con la situación ocurrida a Miguel Ángel Beltrán Villegas, intelectual sindicado con el alias de “Jaime Cienfuegos”, y frente a un mosaico de medios de comunicación que registran el hecho como su gran noticia, siento que debo escribir lo que a continuación escribo.

En un mundo inundado por los medios de comunicación, absolutamente polifónico, con muchos estímulos audio-visuales bombardeando nuestras mentes, es lógico pensar que las personas tiendan a confundir realidad con imagen. Una imagen puede ser considerada como la realidad cuando en verdad no pasa de ser una interpretación que alguien hace de la realidad. De hecho nuestra realidad particular no es otra cosa que la imagen subjetiva que cada uno se hace de la vida. Hasta ahí no existe mayor inconveniente, cada uno utiliza el prisma que desee para ver el arcoíris o la tarde gris, según sea el caso. El lío aparece cuando se trata de homogeneizar la imagen a través de los medios de comunicación. Cuando la imagen de los comunicadores se impone imperativamente en el pensamiento de la gran masa. Y peor aun cuando se lleva a considerar que esa imagen es la verdad. Algunos sectores de la sociedad no cuestionan un ápice de lo que los medios de comunicación presentan. Hay quienes piensan que si aparece en televisión tiene total veracidad. Si la fotografía o el video lo muestran es porque así sucedió. Pero, así como la tecnología nos ha permitido comunicarnos al instante con el mundo entero, también ha provocado incomunicación en la medida que facilita la distorsión del mensaje, manipulando a favor de finalidades “non sanctas”.

Ya no es necesario ser un experto en informática o en paquetes de software sobre diseño gráfico para alterar una fotografía. Perfectamente se puede hacer aparecer a un sujeto en un lugar que nunca visitó o vestir con un atuendo que nunca portó o estar acompañado de alguien a quien nunca conoció. Es totalmente viable en la actualidad que la voz de una persona sea fragmentada y editada en frases cortas para armar una conversación que jamás se sostuvo. Tan es posible que un personaje de una película hable con un muerto de otra época, frente a frente, como que una persona del común esté de cuerpo presente en una rueda de prensa con el Primer Ministro Británico, aunque nunca en la realidad nunca haya salido de su pueblito natal.

Y, sin embargo, he desglosado una serie de posibilidades de imágenes audio-visuales, pero también es fundamental comentar las imágenes mentales que pueden inducir los medios en la cabeza inerme del espectador. La exposición de noticias se hace tal como una puesta en escena melodramática. No es gratuito que primero se hable de un acto de violencia guerrillero y a continuación se presente la noticia de la captura de un sindicado a quien aun no se le ha probado su culpabilidad. El espectador estará ya influenciado por la anterior información y con bronca pedirá su cabeza sin necesidad de un juicio.

¿Qué descubriríamos si nos diésemos a la tarea de cronometrar el tiempo de pantalla en un noticiero de un representante del gobierno que sea accionista de la empresa dueña del noticiero versus la exposición de alguien que sea de la oposición? Y si nos ocupamos del tipo de lenguaje que utilizan los periodistas para referirse a sus temas estaríamos ante una exhibición de discriminación de género, ante una visión clasista, ante una violación de la presunta inocencia, etc., etc .

La invitación aquí es a tomar distancia de posiciones parcializadas que condenen inocentes, que estigmaticen seres, organizaciones, colectivos, regiones y hasta países. “Si me clasificas me niegas” dijo Soren Kierkegaard. Esas asociaciones mentales en las cuales se da por cierta una afirmación unilateral, en las cuales se meten en una misma bolsa a quienes tengan formas de pensamiento diferente, están generando la más acérrima violencia en Colombia. Desde el mismo vecino que le quita el saludo a un padre cuyo hijo apenas es sindicado hasta aquellos grupos armados que sin mediar pregunta van ajusticiando inocentes, son formas de creerse todas las imágenes que nos manipulan y actuar inmersos en un bazar de idiotas que se pudren en una ciénaga de sangre, al estilo más burdo de hordas primitivas carentes de razonamiento y en total degradación, condenadas a la autodestrucción, con la única alternativa propia del escorpión: inocularse su propio veneno para fenecer.

JOHN HENRY VÁSQUEZ CALDERÓN

martes, 16 de junio de 2009

Pronunciamiento del Comité Nacional de Representantes Profesorales

PRONUNCIAMIENTO DEL COMITÉ NACIONAL DE REPRESENTANTES PROFESORALES SOBRE LA DETENCIÓN DEL DOCTOR MIGUEL ANGEL BELTRÁN VILLEGAS, DOCENTE DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

El CNRP de la Universidad Nacional de Colombia rechaza de la manera más enfática la arbitraria detención en México del doctor Miguel Ángel Beltrán Villegas y su posterior deportación a Colombia en medio de constantes maltratos. Una vez en el país, violando el principio de presunción de inocencia, el profesor Beltrán ha sido condenado de antemano por las autoridades, los medios de comunicación y señalado de terrorista por el propio señor presidente de la República.
El CNRP manifiesta su desconfianza frente a la manera como ha sido presentada ante la opinión pública nacional e internacional la trayectoria académica e investigativa del profesor Beltrán, las acusaciones formuladas y el trato violento al cual ha estado sujeto, y reclama el debido proceso y el derecho de presunción de inocencia. Vemos con preocupación, en estas acusaciones y en la proliferación de amenazas contra profesores y estudiantes de la Universidad Nacional, una nueva campaña contra las comunidades académicas deliberativas que abogan por la defensa de los derechos humanos y el respeto de los valores democráticos de los sectores sociales en nuestro país.
En tal sentido, el CNRP de la Universidad Nacional, se suma a las solicitudes que han realizado diversas instancias académicas de la universidad, así como aquellas que han sido suscritas por profesores e investigadores de universidades nacionales e internacionales en el sentido de garantizar los derechos que, como persona y como ciudadano, se le deben conceder a Miguel Ángel Beltrán de acuerdo a la Constitución y las leyes colombianas.
También exige a los medios de comunicación una información objetiva e imparcial lo que implica rectificar la información publicada que no corresponde a la verdad la cual afecta a la comunidad académica universitaria en su conjunto.

Comité Nacional de Representantes Profesorales
5 y 6 de Junio de 2009

lunes, 15 de junio de 2009

Plan binacional, expulsión de Beltrán Villegas

Revista Contralínea
14 de Junio de 2009

La expulsión del académico Miguel Ángel Beltrán Villegas el 22 de mayo es para analistas y defensores de derechos humanos una alianza entre los gobiernos de México y Colombia. Desde 2008 se acopló el marco judicial para “enfrentar amenazas mutuas”. Antes de ser detenido, lo seguían con una cámara fotográfica. Fue víctima de un plan binacional y las razones de su detención y su supuesto vínculo con las FARC no se sostienen, aseguran

Paulina Monroy / Nydia Egremy

Una cámara fotográfica oculta siguió al colombiano Miguel Ángel Beltrán Villegas al salir la mañana del 22 de mayo hacia el Instituto Nacional de Migración (INM). Él confiaba en que al fin sería resuelto el trámite que gestionaba en esa dependencia desde nueves meses atrás. La lente captó su paso por Copilco vestido de camisa a cuadros y chamarra azul.

Horas después, su rostro era cubierto y él empujado hacia la camioneta. Lo conducían al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para ser expulsado. Lo declararon ilegal, pese a tener toda su documentación en regla, para que después lo acusaran de tener vínculos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Mientras observan las imágenes de la constante y rigurosa vigilancia contra el académico, defensores de derechos humanos, colegas, alumnos y compatriotas se preguntan: ¿Quién en México tiene la capacidad para ordenar esa operación de rastreo? y ¿Por qué? Las interrogantes aún no tienen respuesta. La sucesión de fotografías, ahora divulgadas, dan cuenta del acecho y fortalecen la hipótesis de que la deportación “se preparó con anterioridad”.

Elba Coria Márquez, subcoordinadora de defensoría de Sin Fronteras, IAP, organización que pugna por los derechos humanos de migrantes y refugiados, reclama: “¿Por qué hacer todo un proceso de rastreo de sus actividades por más de ocho meses si (las autoridades migratorias) sabían dónde vivía? ¿Por qué hacer algo así?”

Aquel 22 de mayo, Beltrán Villegas fue citado en las oficinas generales del INM, en Homero 1832, colonia Los Morales Polanco. Recibiría respuesta a su cambio de condición migratoria, solicitado desde agosto de 2008. Dos días antes se le dijo que la Comisión de Investigación Especial (antes Comisión de Seguridad, que cambió de nombre por el recelo que suscitaba) revisaba su caso. Al parecer, alegaban que tenía un homónimo mexicano y ello retrasaba la resolución. Hasta esa fecha, el maestro en ciencias sociales y doctor en estudios latinoamericanos realizaba una estancia posdoctoral en el Centro de Estudios Latinoamericanos (Cela) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Cerca del medio día, el docente fue hacia la oficina de Jorge Ángel Verona Bátiz, subdirector de No Inmigrantes e Inmigrantes del INM. Su destino quedó en manos de las autoridades y sus allegados no lo volvieron a ver. Ni a Jorge Becerril, asesor jurídico designado por la UNAM, ni a la compañera de Beltrán se les permitió la entrada a la reunión. Minutos después lo escucharon gritar desde el otro lado de la pared. En seguida vieron a agentes que llevaban a una persona hacia la puerta trasera, donde lo esperaba una camioneta de color blanco y dorado.

Personal del Instituto les comentó que un funcionario “se puso mal”. Con tono tranquilizador, se les aseguró que el doctor Beltrán se encontraba en el primer piso “a disposición de Control y Verificación Migratoria”. Una hora más tarde, el tono cambió a imperativo para indicarles que Miguel Ángel Beltrán había sido trasladado a la Estación Migratoria de Iztapalapa porque tenía “un requerimiento judicial en Colombia” y que no se les podía brindar más información.

Al desasosiego y sorpresa iniciales siguió la elección de medidas para localizar a Miguel Ángel; ya entonces sabían que él no estaba en la Estación Migratoria y que nunca fue llevado ahí. Dudaban entre acudir a la embajada colombiana para denunciar su detención o recurrir a un organismo no gubernamental para exigir su aparición. Hacia las dos de la tarde de ese viernes 22, la compañera del académico concluía su relato en las instalaciones de la organización humanitaria Sin Fronteras, Institución de Asistencia Privada.

Cerca de las siete, el organismo publicó el amparo 541/2009 contra la “expulsión exprés” del profesionista colombiano. El recurso elaborado por especialistas legales describía que en su proceder contra el ciudadano colombiano, el INM violó sus derechos a la defensa, la legalidad, la seguridad jurídica, la audiencia, la información, al debido proceso legal, a la representación, a la comunicación e integridad física.

Según el testimonio del también profesor asociado de tiempo completo en la Universidad Nacional de Colombia (Unal), en ningún momento se le informó de los motivos para su captura ni tampoco a dónde era dirigido: “Durante todo el trayecto se me colocó de rodillas con mi rostro pegado al asiento, como cuando un verdugo coloca a su víctima para cortarle la cabeza”.

En una carta dirigida desde “los calabozos” de la Dirección General de Policía Judicial e Inteligencia en Bogotá, Beltrán Villegas relata que en cuanto se presentó al órgano desconcentrado, cuya función es la adecuada gestión migratoria a través del respeto a la dignidad humana, se le declaró ilegal. Se le dijo que no había presentado pruebas que respaldaran su condición económica. Estas acusaciones las calificó de falsas, pues sí entregó su certificado de trabajo de la Unal y la comisión de estudios otorgada por la UNAM.

No obstante, el oficio de respuesta del INM contenía la rúbrica del académico. Señala que fue obligado a firmarlo so pretexto de dar por interrumpido el trámite. Una vez ocurrido ello se le acercaron varios funcionarios de inmigración, quienes a empellones y a la fuerza lo llevaron por un pasillo.

“Me cubrieron el rostro con la chamarra que llevaba, mientras me presionaban el cuello, lo que me causó lesiones en la región cervical y en los hombros. En varias ocasiones estuve a punto de asfixiarme, pues por la postura que llevaba no podía respirar. Fue tal la presión que vomité”.

Además de los dos o tres guardias de migración, iban con él una delegada del órgano y un médico, quienes “fueron indiferentes frente a la tortura y el maltrato”. Esposado y con la cara envuelta viajó hacia Bogotá, escoltado por dos agentes. Durante el vuelo le ordenaron que firmara otros oficios, pero se negó. Incluso, en tierra, agentes colombianos también lo instaron a seguir.

Aunque Beltrán Villegas estaba seguro que debía quedar libre, pues le asistía el derecho de su país, fue detenido por elementos del Departamento Administrativo de Seguridad. La Fiscalía General de la Nación le formuló cargos por “financiación del terrorismo, concierto, rebelión e instigación a delinquir”, bajo un nuevo nombre: Jaime Cienfuegos.

Cuatro días después, Teresa Montoya, directora del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia, explicó que Miguel Ángel Beltrán fue puesto en condiciones de cuarentena en la cárcel, porque se presumía que fuera portador del virus de la influenza A/H1N1.

El daño está hecho

“La actuación de Migración es insostenible”, expresan los abogados del caso Beltrán Villegas de Sin Fronteras. Para Coria, el caso refleja que el INM “actuó fuera de toda ley y proporción, lo que es un peligro para la seguridad nacional y pone en riesgo el estado de derecho y la persecución de los delitos”.

La experta en defensoría migratoria menciona que los funcionarios de esa dependencia utilizan “un mecanismo de manipulación que resulta peligroso” para los extranjeros que tramitan su estancia legal en el país. El INM manifiesta buena disposición para asesorarlos y, cuando tienen toda su confianza, les informan que serán expulsados.

La actuación del órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación infunde miedo, expresan los integrantes de la organización. Genera temor, dicen, no sólo entre los colombianos, sino entre miembros de otras nacionalidades por la posibilidad de ser objeto de iguales medidas de fuerza. Para Sin Fronteras se trata de una persecución contra defensores de derechos humanos, docentes y luchadores sociales.

—¿Qué viene?

—Ya no es posible regresar al profesor. El daño ya se lo causaron –dice la abogada.

—¿Fue un secuestro o una deportación?

—Fue un poco de todo. Pasaron sobre la ley.

Andamiaje legal

La versión de las autoridades mexicanas para explicar la expulsión del sociólogo osciló entre invocar violaciones a la Ley General de Población y argumentar que la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió una alerta roja contra su presencia en México. Contralínea solicitó una entrevista al INM para conocer qué norma legal aplicó en ese caso, pero hasta el cierre de edición no obtuvo respuesta.

Por ese motivo, la investigación se atuvo a las dos versiones expresadas por la dependencia. En el primer caso, la fracción quinta del artículo 37 de esa ley faculta al instituto a negar la entrada al país o cambiar la calidad migratoria de los nacionales de otros Estados “cuando hayan infringido las leyes nacionales o tengan malos antecedentes en el extranjero”.

Sin embargo, Beltrán Villegas permaneció en México por varios años, siempre autorizado por el INM. Su manutención corría a cargo de la Unal, la más prestigiada de Colombia. De 1992 a 1994 estudió la maestría en sociología en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Después y hasta 1997, el doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM.

En mayo de 2008 se le expidió visa para regresar a México como estudiante del postdoctorado. Eso ocurrió tres meses después de la incursión de fuerzas militares y efectivos de la policía de Colombia en la provincia de Sucumbíos, Ecuador, sin consentimiento del gobierno ecuatoriano. El operativo fue orquestado contra un “grupo irregular” de las FARC, que acampó “clandestinamente” en la frontera, como fue descrito por la Declaración de los jefes de Estado y de gobierno del Grupo de Río del 7 de marzo de ese año.

En esa ocasión, y de acuerdo con información del gobierno colombiano, falleció el jefe guerrillero Raúl Reyes, cuyo verdadero nombre era Luis Edgar Devia. En su computadora personal se habría encontrado supuestamente que Beltrán Villegas ostenta como nombre de guerra el de Jaime Cienfuegos. Aún así, este colombiano ingresó al país y con frecuencia visitó las instalaciones del INM sin que las autoridades migratorias lo apercibieran por faltas a la ley.

El otro argumento apuntó a una alerta roja de la Interpol. La colaboración mexicana con ese cuerpo policiaco está formalizada por acuerdos de cooperación y convenciones internacionales. La organización emite un aviso electrónico que “contiene detalles de la identificación e información judicial sobre los criminales más buscados”, según su sitio oficial.

De esta manera la alerta roja que llega a los países “tiene valor legal para servir como base a un arresto provisional y –agrega Interpol– pretende ayudar a la policía a identificar o localizar a estos individuos con vistas a su arresto y extradición”.

Sin embargo, la versión del gobierno mexicano no abundó en el aspecto transitorio, por lo que especialistas en derecho aluden a la forma en que Beltrán Villegas salió del país como “expulsión exprés”. La abogada Coria Márquez expone que Interpol advierte en sus avisos que los detenidos son inocentes hasta que se compruebe lo contrario.

Otra norma a la que debieron apegarse es el Tratado de Extradición entre México y Colombia. Aunque vigente, data del 4 de octubre de 1937 y fue rubricado por Genaro Estrada, subsecretario de Relaciones Exteriores, y Carlos Cuervo Márquez, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en México.

Setenta y dos años después, el convenio dejó de satisfacer las necesidades de ambos Estados, como se hizo ver en la tercera reunión del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad y Justicia.

Era el 11 de noviembre de 2008 y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora; el subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, Facundo Rosas Rosas; el ministro colombiano de Defensa Nacional, Juan Manuel Santos, y el fiscal general de esa nación, Mario Inguarán Arana, plantearon la necesidad de revisarlo y actualizarlo. El viernes 22 de mayo, los términos originales del tratado se mantenían vigentes cuando México expulsó a Beltrán Villegas.

Su artículo primero obliga a las “altas partes contratantes” a entregar personas acusadas o condenadas por delitos cometidos en la jurisdicción de una de las partes contratantes. El segundo describe qué delitos punibles merecen una pena no menor de un año de prisión, mientras que el séptimo prevé que toda demanda de extradición debe hacerse por “personal diplomático o a través de los representantes consulares de mayor categoría”.

Más adelante, la disposición 12 establece que los dos gobiernos se informarán “telegráficamente” o por conducto de sus agentes diplomáticos o consulares. El gobierno requerido procurará aprehender provisionalmente al reo y lo mantendrá bajo custodia sin exceder 60 días, “en espera de que se presente la demanda formal de extradición”.

En el caso de Miguel Ángel Beltrán, el INM no invocó ninguna solicitud de extradición, por lo que el juez noveno de Amparo Penal del Distrito Federal pidió que se suspendiera su deportación. Por ese complejo entramado que tejieron las autoridades migratorias contra el ciudadano colombiano, los especialistas legales de Sin Fronteras estiman que “actúan peor que si fueran Ministerio Público”.

Liberar a Beltrán Villegas

Con el lema “De nuestra comunidad se lo llevaron, en nuestra comunidad lo queremos”, el Comité por la Libertad de Miguel Ángel Beltrán Villegas, formado por alumnos y docentes del Cela, se manifestó frente a la embajada de Colombia el 28 de mayo.

En su comunicado expresa: “Hoy las paredes de la universidad, sus pasillos, su memoria están marcados por un acto de injusticia y nos recuerda todos los días una vertiginosa ausencia, la de un miembro de nuestra comunidad que no está entre nosotros, porque permanece detenido ilegalmente. Sus crímenes: reflexionar, creer que el mundo puede ser otro y que una vía para lograrlo es el pensamiento crítico”.

Daniel Inclán, integrante del comité, recuerda del académico su interés por el diálogo y la discusión. Es –describe– un hombre callado, tímido y muy trabajador: “Si había alguien a quien se le podía preguntar sobre teoría sociológica latinoamericana, era a él”.

Su inquietud por las transformaciones sociales llevó al académico a estudiar la transición presidencial durante el cardenismo. El historiador y próximo doctor en estudios latinoamericanos cuenta que por esa investigación recibió una mención honorífica. Beltrán Villegas también se involucró en la coordinación de eventos, como el festejo del natalicio del intelectual dominicano Juan Bosh.

Para Inclán, el sociólogo fue la presa perfecta para las intenciones del gobierno colombiano. Entre los factores que, considera, detonaron su expulsión, está el que su estancia en México coincide con las juntas de paz celebradas en el país durante la década de 1990. En esa época, simpatizantes de la organización fueron invitados a espacios como la UNAM y hasta el propio Senado; incluso, hasta 2002 funcionó una oficina del grupo de manera legal en territorio nacional.

El entrevistado suma que Beltrán Villegas sea docente y que sea autor de artículos en las revistas de sociología, historia y análisis políticos, donde critica la política y actuación del Estado en el conflicto con las FARC. Sin embargo, el también analista no se pronuncia por ninguna de las partes.

En su opinión, el proceso fue un juego de tretas. Arguye que de ser cierto que lo buscaban desde hace más de un año, siendo empleado público, les hubiera sido fácil identificarlo, además de que en numerosas ocasiones se le permitió entrar y salir de su país.

Otra irregularidad, añade: el hallazgo del que dicen es su alias en la computadora del jefe guerrillero Raúl Reyes, encontrada en Sucumbíos: “Son documentos en formato Word, de los que no se puede comprobar quién los envío y a quién fueron destinados. Por una asociación extralógica y por un ‘trabajo de inteligencia’ determinaron que Cienfuegos es Villegas. Son argumentos inaceptables”.

Mientras la rectoría de la UNAM solicitó una explicación al INM para que explicara el procedimiento de expulsión, la exigencia es más contundente en el Cela: “Negamos las acusaciones en la medida que conocemos el trabajo de Beltrán Villegas y por eso demandamos una aclaración y su restitución”.

Subraya que la importancia de defender este caso reside en que no sólo se atacó a un compañero, sino a toda una comunidad: “Cuando atacan a uno, atacan a todos. Cuestionan la actividad que realizamos con actos políticos tan explícitos y de censura. Violentan nuestra vida cotidiana y ejercicio profesional. Es indispensable responder a cualquier violación y es necesaria una respuesta contundente, rápida y masiva”.

El objetivo: la reelección de Uribe

David Inclán, historiador y candidato a doctor en estudios latinoamericanos en el Cela de la FCPS de la UNAM, expone que el proceso contra Beltrán Villegas está inserto en la promoción de Uribe como el “pacificador de Colombia”, y ello calza bien con las intensiones de reelección del mandatario. Recibe apoyo de la comunidad internacional, cuando ha alentado la violencia social y económica: “Son los bastiones del neoliberalismo que defienden México y Colombia”.

Jairo Ramírez, secretario del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Colombia, detalla el clima político en que Beltrán fue arrestado: “Con Álvaro Uribe ha habido más de 8 mil detenciones masivas y arbitrarias. De ese universo, el 95 por ciento ha sido liberado, porque es parte de la política de estigmatización del gobierno colombiano”.

El activista comenta que se abren procesos penales contra investigadores sociales como le ocurrió al sociólogo Alfredo Molano; los periodistas Daniel Samper, Hollman Morris; el director del diario Voz, Carlos Lozano; el dirigente conservador Álvaro Leyva, y la senadora Pilar Córdoba.

La “racha de detenciones y acoso” incluye a líderes sociales y a quienes trabajan en iniciativas de paz. Observa que son judicializados quienes critican la política del gobierno. Lo traduce como parte de la política de desinstitucionalización de Colombia, ligada con grupos criminales paramilitares.

“Digamos entonces que esta situación que enfrenta el profesor Miguel Ángel Beltrán se inscribe en una tendencia de ilegalidad. El Estado colombiano se ha puesto al margen de la ley y ha roto todos los cánones de legalidad y constitucionalidad en el país”.

—¿Qué pasará con la causa en su contra?

—Lo que siempre pasa. Quieren hacerle daño, castigarlo por sus opiniones. En el país, prácticamente ya se tipificó el delito de opinión. Se les detienen de seis meses a un año, luego los sueltan, alegando que no encontraron méritos para mantenerlos arrestados.

Para el luchador social, el verdadero propósito es la estigmatización pública, mostrarlos como criminales. Advierte que, una vez que se produce un daño como éste, es difícil remediarlo.

Todas las detenciones obedecieron a “montajes judiciales”, planeados entre los servicios de inteligencia del Estado y la Fiscalía General de la Nación.

Jairo Ramírez persiste en lanzar un llamado apremiante desde Bogotá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y al relator de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, para “derrotar la política de detenciones arbitrarias”.

Hasta ahora, persiste el secreto en torno al autor del seguimiento fotográfico contra Miguel Ángel Beltrán en México, así como el nombre del funcionario y la dependencia que autorizaron esa misión.

La carrera de Beltrán Villegas (estudios y títulos obtenidos)

* Doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México
* Realizó estudios de doctorado en historia en la Universidad Iberoamericana
* Maestro en ciencias sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
* Realizó estudios de magíster en historia en la Universidad Nacional de Colombia
* Licenciado en sociología por la Universidad Nacional de Colombia
* Licenciado en ciencias de la educación por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Actividades laborales y de investigación

* Distinción a la Excelencia Docente en la Universidad de Antioquia
* Profesor asociado en el Departamento de Sociología en la Universidad Nacional de Colombia
* Coordinador del grupo de investigación América Latina: Transformaciones, Dinámicas Políticas y Pensamiento Social en la Universidad Nacional de Colombia
* Miembro del grupo de investigación Cultura Política y Desarrollo Social del Centro de Investigaciones Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia
* Investigador del proyecto La sociología desde la Universidad: balance de dos décadas de creación y desarrollo de los programas académicos en Medellín (1958-1978)

Publicaciones

* Artículos en: Revista Colombiana de Sociología, Contrahistorias, Memoria, Civilización, Anuario Latinoamericano, Le Monde Diplomatique, Wifala, Historia de Colombia y la Revista Venezolana de Sociología y Antropología
* Autor de “México: Revolución, hegemonía priista y ¿transición?” en el libro ¿Hacia dónde va América Latina?, y coautor en la investigación sobre la historia de la sociología en Colombia



El artículo de Beltrán Villegas

Miguel Ángel Beltrán Villegas estudió y analizó las relaciones entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Sus defensores dicen que no se pronunció por ninguna postura política y era partidario de la tercera vía para solucionar el conflicto.

En su escrito “La guerra en Colombia: pasado, presente y futuro inconcluso”, incluido en el libro En Colombia sí hay guerra, el docente advierte que si no se encuentran caminos para una solución negociada del conflicto, donde el diálogo político sea el centro de reflexión, se puede derivar en una confrontación generalizada y en una guerra sin límites que involucre a más grupos de la sociedad.

“La confrontación y la evolución del conflicto político armado –explica– han llevado cada vez más a un debilitamiento de lo político como negociación, acuerdo y búsqueda de consenso. Pero adicionalmente también a un desgaste de las organizaciones armadas que se manifiesta en la pérdida de legitimidad y credibilidad política de la guerrilla dentro de la población”.

Refiere que en las décadas de 1960 y 1970 la clase política, desde el Estado mismo, trató de acabar con las expresiones diferentes a los dos partidos tradicionales. A ese fenómeno de exclusión política y social se aúna la creciente militarización, el uso recurrente del estado de sitio y la criminalización social. Lo que impidió “la expresión fluida de los conflictos sociales y el bloqueo de reformas sociales y económicas que el país reclamaba”.

El artículo, del que es coautor con Luis Javier Robledo Ruiz y que fue publicado en la colección Insumisos Latinoamericanos, en Libros en Red, identifica a partir de esos elementos, el desarrollo del movimiento insurgente colombiano y el surgimiento de las FARC en 1964.

De 1998 a 2002, describe, el país tuvo una gran oportunidad histórica de encontrar caminos que condujeran a una solución política a la confrontación armada: “Sin embargo, la ceguera de las elites políticas y económicas y la incapacidad del movimiento insurgente de valorar el clamor nacional de amplios núcleos de la población que reclamaban un cese del conflicto armado impidieron que ese gran experimento de paz pudiese tener una salida real a tantos años de confrontación”.

En su opinión, el gobierno de Álvaro Uribe abrió la puertas para que el conflicto se profundice y se degrade cada vez más, por cuanto ha radicalizado a los actores de la confrontación (guerrillas, paramilitares y fuerzas públicas), sin ofrecer verdaderos escenarios de diálogo.

“El modelo que ofrece hoy el Estado colombiano, para salir del conflicto, es el de una paz basada en la rendición incondicional de los actores armados, en tanto las guerrillas ofrecen una perspectiva de negociación basada en el reconocimiento de su estatus político y de su control de amplias zonas del territorio nacional”. (PM)